Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
MAW/78778 | INFORME INICIAL DEL PROYECTO |
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Malawi es un pequeño país localizado en la zona Sur de África, tiene una población estimada de unos 20 millones de habitantes. Malawi se posiciona según su IDH en el puesto 172 de 193 países. El 40% de la población está por debajo del umbral de la pobreza y no tienen a las necesidades básicas. El nivel de alfabetización es del 74%, pero solamente un 25% de los estudiantes que completan educación primaria pueden acceder a la secundaria y sólo un 9% de los que terminan primaria son capaces de dominar la lengua inglesa. La media de maestro por alumno es de 1/80 y de aulas construidas 1/100. No posee grandes recursos naturales aparte de la tierra que está en riesgo constante de degradación por la presión demográfica y los métodos rudimentarios de agricultura. El 85% de la población se dedica a la agricultura y es su mayor fuente de subsistencia. La agricultura depende de la lluvia, poniendo la producción y el sustento de la gente en manos de la climatología, convirtiendo los años de escasas lluvias en años de hambruna y gran vulnerabilidad para la población.
Las crisis alimentarias son recurrentes, siendo un país con grandes problemas de nutrición. La respuesta a la crisis alimentaria engloba muchos factores y actuaciones, pero a corto plazo es necesario implementar proyectos que ayuden a incrementar la capacidad de resiliencia de la población. La zona del proyecto cuenta con 96 escuelas localizadas en medio rural muy pobre con una población dedicada a la agricultura de subsistencia o a la pesca en el cercano lago Malawi. En general, todas ellas se caracterizan por tener unas infraestructuras muy deficitarias y dar servicio a una población muy humilde. Las aulas están masificadas, especialmente en los primeros años, en algunos casos hasta 200 niños para un profesor. La media de todas las escuelas de la zona es de 100 niños por maestro. Hay muchos niños que empiezan la escuela, pero en 4º ya solo queda un 50% de los que empezaron y en los últimos cursos quedan entre un 10 y un 20% de los que entraron originalmente. Los alumnos abandonan las clases en la medida que se hacen mayores para trabajar y realizar otras actividades.
El problema sobre el que se pretende actuar es doble. Por una parte, mejorar la seguridad alimentaria, asegurando al menos una comida diaria, de 11.537 niños que acuden a 22 escuelas en el área de Chikho y Msumba y, por otra, fomentar la asistencia escolar. La solución para erradicar estos problemas es compleja y el proyecto plantea una solución parcial pero eficiente que implica la suma de múltiples actores: beneficiarios, gobierno, autoridades locales, ONGs, diócesis. También es necesario contar con una fuente de agua segura y una cocina en cada escuela. Se han ido perforando pozos y a Manos Unidas se le ha solicitado ayuda para la construcción de 22 cocinas adaptadas a las necesidades de cada escuela.
Una organización internacional escocesa (Mary's Meals), con experiencia de más de 20 años en el país, será la encargada de suministrar los alimentos y la Parroquia de Benga, socio local, con la colaboración de la Diócesis de Lilongwe, será la encargada de la gestión del proyecto. Los beneficiarios directos contribuyen con la arena, piedras y ladrillos necesarios para construir las 22 cocinas y son los encargados de cocinar. La aportación local es de un 2%, la aportación de Manos Unidas al coste total del proyecto es de un 33% y la aportación de Mary's Meals de un 65%.
El proyecto, con una duración de 12 meses para Manos Unidas, beneficiará directamente a 11.537 niños y niñas.
El proyecto está en línea con el ODS nº1 "Fin de la Pobreza" y nº2 "Hambre Cero".
Cuenta con la colaboración activa de actores locales e internacionales, lo cual promueve la sostenibilidad a largo plazo.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.