Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
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El proyecto se localiza en un terreno de 80 hectáreas que el Obispado de Sagar posee a unos 12 Km. de la ciudad del mismo nombre, en el Estado indio de Madhya Pradesh, en el centro de India. Solamente un tercio de la tierra es fértil, y es cultivado y gestionado por la Diócesis, a través de la sociedad de St. Francis, para ayudar al mantenimiento de todas las instalaciones que allí se encuentran.
En el año 1935 y financiado por los Rotarios, se instituyó el colegio de Sr. Francis para los niños tribales de la zona. Imparte la enseñanza en lengua vernácula a 960 niños y niñas de 5 a 18 años. Posteriormente se construyó un dispensario para la atención de las 13 aldeas que se encuentran en un radio de 12 Km. En 1997 se creó el internado para chicos tribales. En años sucesivos, con la financiación de diversas organizaciones y aprovechando en parte edificios antiguos de la época colonial que había en el recinto,se abrieron hasta los 7 internados actuales: dos orfanatos, dos internados para discapacitados físicos, dos para tribales (todos ellos para niños y para niñas) y otro para discapacitados mentales, este último para niñas solamente.
Hay un total de 240 internos viviendo en el recinto, incluidos 8 bebés abandonados que residen en el orfanato de niñas. El objetivo de este proyecto es el orfanato de niñas, que comparte comedor, cocina y salas de estudios con el orfanato de niños que cuenta con 25 chicos. El edificio tiene casi 100 años, y necesita pintado exterior e interior y tejado nuevo, que además de presentar múltiples goteras, es de amianto, material prohibido por ser muy nocivo para la salud.
Aloja a 27 huérfanas a las que se proporciona comida, vestido, atención médica y estudios. Ninguna paga nada por su manutención. El Gobierno les ha exigido que cambien el techo de forma inmediata. Todas las instalaciones del recinto -los 7 internados, colegio y dispensario- son viables gracias a las aportaciones regulares que reciben de ONGs y congregaciones, así como de algunas aportaciones del gobierno local; pero los gastos de manutención, transporte, etc. son muchos, y las donaciones se van reduciendo en el tiempo.
Solicitan ayuda a Manos Unidas para autoabastecerse al menos en parte de alimentos. Quieren aumentar el área cultivada en el recinto de los 30 acres actuales a los 45, vallando el terreno y plantando árboles como reforestación. Y también limpiar y adecuar dos lagunas naturales, para que por medio de un generador se pueda hacer llegar el agua a los terrenos de cultivo de manera estable y permanente. El limo que saquen de los estanques servirá como abono para los cultivos. Aportan el terreno y un 2% del coste total de ambos proyectos como contribución local.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
