Visitamos el negocio de pupusas El Tenoy por el Día Internacional de las Familias 2025 495a3c
Con motivo del Día Internacional de las Familias, visitamos a Marta Alicia Vásquez y Elba Carolina Vásquez, madre e hija. Juntas, regentan el negocio de pupusas El Tenoy, en el municipio de Ciudad Delgado, en San Salvador. Un proyecto que ha podido salir adelante gracias a la colaboración de Manos Unidas y sus socios locales.
Iniciado después de la pandemia, el proyecto arrancó con poco dinero. La familia Vásquez inició el negocio comprando dos libras de harina de arroz y fríjoles. Con los años, y con la ayuda de CINDE, nuestro socio local en el país centroamericano, ya tienen un local de cemento y aluminio donde vender las tradicionales pupusas, emblema gastronómico salvadoreño. Al negocio se han sumado la hija de Elba, que difunde la venta a través de Whastapp y redes sociales, y su hijo, que se dedica a la distribución de los pedidos por toda la colonia.
Estas mujeres son algunas de las 150 que formaron parte del proyecto “Mujeres constructoras de alternativas” en 2024 y por el que recibieron talleres formativos en finanzas, atención al cliente, higiene, etc. Y también se beneficiaron de los préstamos del Banco Solidario, una alternativa que les permite ahorrar.
En el local de la familia Vásquez encontramos pupusas revueltas con queso, encurtidos (chiles jalapeños, zanahorias, cebolla y coliflor cocida). Con su emprendimiento, pueden vivir. Las hay en escabeche o con salsa picante. Las de queso se venden a tres por un dólar.
María Consuelo Romero es técnica de emprendimiento del programa de mujeres de CINDE: “Trabajamos con las mujeres de cuatro distritos de San Salvador. Detectamos cuáles son las iniciativas y propuestas que ellas tienen y las apoyamos para materializarlas brindando herramientas, formación técnica o préstamos a través del banco solidario que ofrece una baja tasa de interés”.
Nuestro social local, CINDE, trabaja con personas que viven en comunidades del Área Metropolitana de San Salvador que históricamente han sido social y económicamente marginadas. Dirige sus acciones principalmente a niñas, niños, adolescentes y jóvenes que se encuentran en situación de vulnerabilidad y a mujeres (vendedoras ambulantes del sector informal y muchas veces madres solteras) que llevan la responsabilidad económica de sus hogares.
El objetivo principal del programa es que las mujeres sobresalgan dentro de sus comunidades y eso les permita generar un ingreso extra para su familia. “Un sueño hecho realidad”, concluye la cabeza de familia de los Vásquez.