Queríamos conmemorar los 60 años de la fundación de la entidad y reiterar nuestro compromiso de trabajo en Manos Unidas a favor de un mundo más justo, porque creemos en la igualdad y en la dignidad de las personas. 4i6s5m
Y que mejor lugar que Montserrat para dar gracias a Dios por permitirnos trabajar en nuestra misión durante 60 años y agradecer a la Moreneta que nos acompañe en nuestra labor y rezar para que con su maternal protección podamos continuar caminando.
La jornada comenzó con unos bailes por parte del “Esbart Dansaire” de Gelida, seguido de una conferencia a cargo de M. Dolores Martin, hermana benedictina de Sant Benet de Montserrat.
Martín comentó el papel relevante de las mujeres fundadoras de Manos Unidas como precursoras de un cambio social liderando un camino de acción con soluciones rápidas y reales a las necesidades de hambre y pobreza.
En Manos Unidas sois contraculturales. Con lo precioso que es y lo difícil que es. Más allá de la indiferencia y de la indignación, habéis optado por la acción. Y con vuestro actuar, ponéis el dedo en la llaga y en las contradicciones de nuestra sociedad.
Añadió que, los voluntarios y voluntarias, en esta sociedad actual tan informada pero anestesiada, son pioneros y pioneras contraculturales en contra de la indiferencia y visibilizan las necesidades de los demás, especialmente la pobreza de las mujeres.
La gente de Manos Unidas cuida la dignidad de las personas y no se quiere resignar a que este mundo, que es el hogar común de la familia humana, siga siendo hinóspito, inseguro e inhumano para un gran número de personas.
Si quieres leer la conferencia completa (en catalán) de la Hermana benedictina, M. Dolores Martín, puedes hacerlo aquí.
Al terminar la charla, la basílica se llenó con personas vinculadas a Manos Unidas, venidas de toda Cataluña, para celebrar la Eucaristía que estuvo presidida por el obispo de Sant Feliu, Mons. Agustí Cortés y concelebrada por el abad de Montserrat, P. Josep M. Soler, y algunos obispos y sacerdotes de las diócesis catalanas.
El obispo Cortés recordó los inicios de Manos Unidas, donde las mujeres de Acción Católica, mirando el mundo como Jesucristo, empezaron a luchar contra el hambre en el mundo. Pero, dado que sigue habiendo muchas necesidades, animó a todos a actualizar esta mirada para seguir trabajando para erradicar el hambre.
Ante los 60 años de historia de Manos Unidas, el obispo Agustí propuso hacer una doble mirada: hacia el pasado y hacia el futuro. Hacia el pasado, para dar gracias porque durante 60 años Manos Unidas ha mantenido la llama de la fe, porque ha trabajado en favor de los pobres, porque ha creado vínculos de amor y unidad con los beneficiarios... Y hacia el futuro, con arrepentimiento, porque todavía hay diferencias entre lo que Dios quiere y la realidad, porque nuestra manera de vivir es la responsable de las desigualdades en el mundo. Asimismo, recordó que los miles de voluntarios y de Manos Unidas no son activistas, sino personas comprometidas con el amor de Dios que sigue dando esperanza a aquellos que no la tienen.
Hubo una comida de hermandad, donde al finalizar, el P. Abad manifestó la alegría de la comunidad benedictina por celebrar este aniversario en Montserrat, y como todos los monjes encomiendan a la Virgen la labor de Manos Unidas. También tomó la palabra el Sr. Ricardo Loy, Secretario General de Manos Unidas, para felicitar a las Delegaciones de Cataluña por el trabajo que realizan a lo largo del año, que está cambiando la vida de muchas personas.
(Este texto es un compendio de impresiones de algunos de las delegaciones de Manos Unidas de Tarragona, Lleida y Barcelona).
